Si para algún territorio resulta imprescindible el transporte aéreo, no cabe duda que para los insulares este medio de transporte es sencillamente vital. Y si a esto añadimos que Ibiza es un destino turístico de primer orden, no puede resultar extraño que, aunque su incorporación a la aviación comercial fuese un poco tardía, sin embargo el desarrollo alcanzado hoy día hará que su aeropuerto llegue pronto a los cinco millones de pasajeros.

Pero más allá de esta cifra de usuarios del aeropuerto, es preciso destacar la influencia que el transporte aéreo ha supuesto para la isla en su desarrollo económico y social. Cuando en el 2009 se cumplieron los sesenta años de la inauguración de su aeropuerto, este libro nos hace evocar aquellos primeros años, en los que los trimotores Junker J-52 y los panzudos Bristol 170 procedentes de la isla de Palma de Mallorca iniciaron las comunicaciones con la isla. Una historia que recoge imágenes y anécdotas del devenir de la propia isla y sus habitantes y que constituye un documento histórico de primer orden.