FIAT G.50 FRECCIA (17/1).
A mediados de la década de los años treinta del siglo pasado, el concepto de caza moderno se definió, para todos los países que tenían industria aeronáutica, en el entorno del monoplano de ala baja, con motor sobrealimentado, hélice de paso variable y giro constante y construcción en duraluminio. La arquitectura monoplana metálica era, por el momento, una concepción avanzada, tomada en consideración por pocos, y no siempre con éxito, por las notables dificultades que entrañaba. Solo hacia 1935, con el progreso técnico alcanzado, fue posible un desarrollo en la proyección del nuevo concepto: por entonces, ya se habían realizado los primeros modelos, aunque aún no se habían divulgado, como el Con estas premisas, en 1935, la Regia Aeronautica emitió los requerimientos de un concurso para equiparse con un nuevo avión de caza y asalto. El mayor proveedor de cazas para la Regia Aeronautica, Fiat, no faltó a la cita, con el proyecto Fiat G.50.?