Este libro es el segundo de dos volúmenes de Historia de los aeropuertos de Barcelona.

Hablar de Barcelona es hacerlo también de su estrecha unión con la aeronáutica. No olvidemos que en esta ciudad Julien Mamet efectuó en 1910 el primer vuelo realizado en nuestro país con un aparato más pesado que el aire. Posteriormente un grupo de arriesgados pioneros consiguieron unir por vía aérea Europa con África y Sudamérica, también desde la Ciudad Condal, en lo que sería el germen de una incipiente línea aérea.

El apoyo y el tesón con que los catalanes apoyaron la aeronáutica dio sus frutos con el nacimiento de una pujante industria de este sector, exportando incluso un gran número de motores al exterior. Pronto fue necesario también crear infraestructuras aeroportuarias que diesen soporte a estos primeros aparatos en sus rutas hacia y desde Barcelona. Así nació el Aeródromo Canudas, y el importante campo de aviación establecido por Talleres Hereter.

Pero el gran impulso llegaría de la mano de los Juegos Olímpicos del 92, evento para el cual se realizaron las importantes obras de desarrollo aeroportuario, y que hoy día han sido completadas preparando esta infraestructura para el futuro optimista que se espera para el transporte aéreo en los próximos años.